A medida que pasa el
tiempo vemos como la tecnología va evolucionando, vemos como, poco a poco, las
cosas mejoran: mejoran los vehículos, mejoran los electrodomésticos etc., es
decir, todas aquellas cosas que hacen que nuestro día a día sea mucho más sencillo
y mejor. No obstante, lo que está claro es que las tecnologías están influyendo
cada vez más en nuestras sociedades.
Ahora bien, ¿la sociedad está evolucionado al mismo tiempo que las
tecnologías o está retrocediendo? A ver, está claro que a pasos tan agigantados
como la tecnología la sociedad no evoluciona, pero independientemente de ello
la sociedad por cada dos pasos que da retrocede uno, pues es cierto que las
tecnologías nos ayudan a vivir mejor, pero al mismo tiempo entorpecen el
desarrollo de la misma, ya que las personas nos acomodamos a ellas, y olvidamos
la realización de otras tantas cosas. Por ejemplo, en varias ocasiones habrás
escuchado la frase “es que yo, sin calculadora, no se dividir…”, y es ahora
cuando nos preguntamos ¿por qué? pues porque nuestra sociedad se acostumbra al
uso de las tecnologías y olvida como
hacer las cosas manualmente.
Dicho ello, nos
encontramos en una sociedad en la que los ordenadores, teléfonos etc. han
tomado las riendas de nuestras vidas, incluso desde edades muy tempranas. Para concluir esta pequeña reflexión mostrare una serie de imágenes que muestra nuestra sociedad:
El uso de ordenadores también es un instrumento muy utilizado en nuestra sociedad para obtener información, tomar apuntes, estar en contacto con personas muy lejanas a tu contexto etc.
Para finalizar, destacar que esta última imagen es, a mí parecer, la más
significativa. Pues, en primer lugar, nos muestra una gama de móviles alta, lo
que representa nuestro afán por querer tener siempre lo último y lo mejor en
tecnología. En segundo lugar a la izquierda, se muestra toda una serie de
móviles indicándonos, esta vez, la dependencia que hacia ellos tenemos, como ya
hemos dicho anteriormente. En tercer lugar a la derecha, figura las reuniones
de amigos de hoy día, en las que pese a estar todos juntos en una cafetería
prefieren estar con sus respectivos teléfonos a estar conversando entre ellos.
Y, finalmente, la cuarta foto muestra un día de clase normal en la Universidad,
donde podemos ver el uso imprescindible de ordenadores
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